La mayoría sobrevive haciendo “changas”. Viven el día a día, con un nombre falso para evitar que los encuentren. Otros siguen en el mundo del delito, al abrigo del anonimato y sosteniéndose con el botín colectado. Son pocos, casi ninguno, los que llevan una vida paralela, como si la espada de la Justicia no estuviera sobre ellos.
Para intensificar la búsqueda de los prófugos, el Gobierno implementó dos medidas. Por un lado, creó la división Búsqueda y Captura de Prófugos, que depende de la División de Investigación Criminal y Delitos Complejos. La nueva dependencia se encuentra a cargo del oficial Hernán Pérez, y tiene su sede en el parque 9 de Julio.
En segundo lugar incorporaron tecnología para el entrecruzamiento de datos de los reportados como prófugos en otras provincias. El secretario de Seguridad Ciudadana, Paul Hofer, anunció que se trata del Sifcop (Sistema Federal de Comunicaciones Policiales) que conecta la base de datos de la Policía Federal y de otras fuerzas provinciales.
“A través de este programa, podremos saber en tiempo real si una persona que ingresa a Tucumán tiene pedido de captura de otra provincia. Lo mismo sucederá con los que se encuentren prófugos de la Justicia tucumana”, explicó el funcionario.
El Sifcop es una plataforma tecnológica de intercambio de datos en tiempo real, que incluso contiene información emitida por Interpol. Mientras una persona es demorada para corroborar su identidad, se puede saber si tiene pedido de captura a través de esta tecnología, informaron las autoridades.
En cuanto a la oficina dedicada a la búsqueda de prófugos, nació por la necesidad de abocarse a la búsqueda de las personas que tienen orden de detención, y que lograron evadir a la Policía. Uno de los impulsores de esta iniciativa fue el comisario Luis Núñez, jefe de la Dirección General de Investigación Criminal.
La nueva dependencia se encuentra en gestación, y está elaborando el listado de la cantidad de prófugos que hay en la provincia. Se trata de presos que han salido de la cárcel de Villa Urquiza con permisos especiales y no regresaron, de condenados en juicio que han logrado evadirse antes de que se haga efectiva su detención, o de personas procesadas (no condenadas) que escaparon antes de que se realice el juicio, o que simplemente están sospechados de haber participado de un delito.
Los más buscados
El ministerio de Gobierno, Justicia y Seguridad difundió el listado de los cinco prófugos más buscados, y cuya ubicación ya está a cargo de la nueva dependencia. En primer lugar se encuentra Jorge Orlando “Loco” Vera, quien el 13 de junio de 2007 ejecutó a balazos y cuchilladas a su esposa Olga Zamudio (48 años) y sus hijos Jorge Luis (18) y Gustavo Antonio (22). Aprovechó un permiso extramuros que le habían concedido, y se cobró venganza con parte de su familia, que lo había denunciado por abusar de sus hijas.
El segundo prófugo más buscado es Luis Rafael Piccinetti, quien se fugó el 21 de febrero de 2011, el día en el comenzaban los alegatos del juicio por el crimen del agricultor Eduardo Salas. El “Dandy” de Trancas estaba acusado de haber dado muerte a la víctima el 15 de julio de 2007, con la complicidad de Silvia Lai, esposa de Salas. La mujer fue la única condenada, ante la ausencia del Piccinetti. La sala IV de la Cámara Penal resolvió apartarlo del juicio, y en caso de ser encontrado tendrá que someterse a un nuevo proceso penal. La última información indicaba que Piccinetti se había radicado en Bolivia, donde viviría con otra identidad. Pero nunca lo hallaron.
El podio de los prófugos lo integra también Alejandro Darío Pérez, condenado por el homicidio del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, ocurrido el 26 de noviembre de 2004.
Pérez, ex policía, aprovechó que el fallo dictado el 18 de mayo de 2010 que lo condenó, no había quedado firme, y se ausentó de la provincia a los pocos meses. La Corte Suprema dejó firme la sentencia, pero el homicida del juez no aparece.
El cuarto y quinto lugar de los delincuentes más buscados lo ocupan dos medios hermanos, que están sindicados como los integrantes de la banda que asaltó y mantuvo privado de su libertad a César Soria, propietario de una empresa de seguridad privada. El asalto había ocurrido en enero del año pasado.
Los sospechosos son Juan Darío “Chano” Almendrano y David José “Patón David” Sánchez, que habrían participado de varios robos agravados, y de quienes la fiscala de Instrucción María de las Mercedes Carrizo pidió su captura internacional.
Aunque no fue incluido en la lista, el otro prófugo más buscado es Jorge “Jazo” Acevedo. El barrabrava de Atlético Tucumán tiene un pedido de detención solicitado por el fiscal Diego López Ávila, luego de que disparara a un adolescente del barrio “El Sifón” durante una discusión, en noviembre de 2013.